martes, 4 de diciembre de 2012

La deforestación y el Impenetrable


DOMINGO, 2 DE DICIEMBRE DE 2012
ENTREVISTAS > DANIELE INCALCATERRA HABLA DE EL IMPENETRABLE
Terra nostra
Cuando era chico, su padre era un funcionario de la embajada italiana en Paraguay que recibió parte de los ocho millones de hectáreas que Stroessner repartió de manera irregular bajo su régimen. Esas tierras rompieron la relación de Daniele Incalcaterra con su padre. Años después, ese mismo hijo decidió devolverlas a sus dueños originales del Chaco paraguayo: los guaraní ñandeva. El poderoso documental El Impenetrable registra la odisea por conseguirlo, y el desolador paisaje de desmonte, soja, corrupción, golpismo y sufrimiento que encontró en el camino. Pero él persiste en fundar un lugar sustentable, ecológico y justo llamado Arcadia.
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http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/go-gris.gif Por Angel Berlanga
”Veinte años después de su muerte, me sigue envenenando la vida –dice Daniele Incalcaterra mientras maneja una camioneta por unas rutas desiertas–. Mi padre había comprado 5000 hectáreas de selva en el Chaco paraguayo, cuando yo tenía 27 años –sigue la voz, sigue el camino–. Se lo dije siempre: ‘No cuentes conmigo, no quiero saber nada, nunca me voy a ocupar de esas tierras’. Eran los años de la dictadura de Stroessner. Las tierras vírgenes se repartían entre los amigos del régimen y negociantes extranjeros. También mi padre soñaba comprar millares de hectáreas por un puñado de dólares. Por eso no nos hablamos más durante años.” Unas construcciones bajas y desangeladas preanuncian la frontera; en el cruce, un tipo se acerca y ofrece cambiar moneda. “Vivo en la Argentina, a 2400 kilómetros de distancia. Tengo exactamente la edad de mi padre cuando compró la tierra. Y espero mi primer hijo. Mi vida es realizar películas y no administrar campos. Vuelvo a Paraguay porque quiero arreglar definitivamente esta historia –se oye a Incalcaterra, se lo ve prender un cigarrillo–. Junto con mi hermano hemos decidido devolver la tierra a los guaraníes. Los hombres que viven allí desde siempre. Devolver la tierra a la Tierra.”
Así empieza El Impenetrable, el documental que Incalcaterra dirigió junto a Fausta Quattrini –su mujer–, elegido por el público como mejor película en el Festival de Cine de Mar del Plata hace una semana, recién estrenado en Buenos Aires. Tiempos y sucesos: su padre, que fue funcionario de la Embajada de Italia en Paraguay, compró las tierras a comienzos de los ‘80, y como la ley prohibía al Estado vender esos territorios a allegados a la función pública, puso el título de propiedad a nombre de sus dos hijos. Esa maniobra detonó la relación de Daniele con su padre. Poco después de que el viejo muriera, en 1994, el cineasta viajó con su compañera a El Impenetrable por primera vez: la selva los desorientó y no supieron llegar hasta el sitio correcto. “Luego Fausta hizo el documental Nación mapuche, que nos llevó cuatro años de relación profunda y fuerte con los pueblos originarios, con la comunidad mapuche en Neuquén –cuenta Incalcaterra en su departamento porteño, en Palermo–. Poder estar tan cerca de ellos, para nosotros fue una enorme lección de vida. Nos dimos cuenta de que una de sus principales necesidades es el reconocimiento de su territorio ancestral. Fausta tuvo la idea: ‘Lo mejor que podés hacer con las tierras en el Chaco paraguayo es devolverlas a los guaraní ñandeva’, me dijo.”
Y eso parecía una buena solución para alguien que se había juramentado que nunca se ocuparía de esas tierras y a quien, además, tampoco le cerraba venderlas y ya. Pero no iba a ser tan fácil. El Impenetrable está siendo arrasado brutalmente por las topadoras de los terratenientes –en Paraguay, y aquí también–. Aunque la espesa vegetación que le dio nombre esté desapareciendo, sigue siendo pertinente llamar El Impenetrable a esta zona, ahora gracias a los alambrados, a las tranqueras con candado que cierran caminos públicos, a los guardias armados y a una burocracia estatal muy eficiente en lo suyo. En busca de un antídoto, persiste con su idea, paciente, Incalcaterra: de eso trata la película. “La devolución de estas tierras es una excusa para hablar del Chaco, de la nueva conquista de la ‘civilización’ –dice–. Este avance tiene unos cuantos elementos en común con el western, pero aquí se da con mucha más velocidad y violencia.”
EL PADRINO
Incalcaterra acerca una computadora portátil para mostrar unos mapas satelitales de Arcadia, el nombre con el que bautizarían a estas tierras. Están ubicadas sobre el oeste de Paraguay, a treinta kilómetros de la frontera con Bolivia, en el departamento de Boquerón, el más grande y menos densamente poblado del país. En la primera imagen, de 2008, todo es verde; en la del 2009 aparecen ya algunas parcelas desmontadas, y en la siguiente la cosa crece bastante. En la última, de mayo de este año, tres de los cuatro lados que rodean a Arcadia están pelados. “Ahora ya es una isla, está todo arrasado alrededor”, apunta Incalcaterra, y muestra una foto aérea en la que se ve el procedimiento: se demarca un cuadrado de cien hectáreas y las topadoras van tirando la selva desde los bordes hacia el centro; en el medio, así, va quedando un cuadrado cada vez más chico en el que se refugian los animales hasta que, ya cercados, intentan huir. “Es una región enorme, que arranca en el norte de Santa Fe, acá en la Argentina, y llega hasta los Andes de Bolivia, la zona de Santa Cruz –explica–. Es la segunda selva de Latinoamérica, después de la de Amazonas, aunque ésta es muy seca. Los españoles le pusieron El Impenetrable porque no pudieron cruzarla rumbo a El Dorado. Recién hace un siglo se pudo entrar, aunque las consecuencias directas se sufren desde hace 50 años, con las topadoras.”
En la primera parte del documental se lo ve a Incalcaterra acompañado por el ornitólogo Jota Escobar –un especialista en la región–, tentando caminos para, simplemente, llegar a sus tierras. Los puesteros a cargo de las tranqueras intentan coimearlo o intimidarlo: conseguirá franquearlas tras fatigar dependencias catastrales, despachos gubernamentales, juzgados. “Por supuesto que se sentía la presión, la posibilidad de tener todavía más problemas de los que tuvimos –dice Incalcaterra–. Hace cuatro meses volvimos y un periodista alemán que vino con nosotros le preguntó a un funcionario de Medio Ambiente qué le pareció lo que habíamos hecho. El tipo le contestó que me dejaron hacer por dos razones: tengo pasaporte italiano y soy cineasta. Y que si un paraguayo hubiera intentado esto, lo habrían hecho trizas.”
Arcadia está rodeada por tierras de Tranquilo Favero, un brasileño descendiente de italianos que se radicó en Paraguay hace 42 años. Lo llaman El rey de la soja y también El rey del ganado. Tenía un perfil más bien bajo hasta comienzos de este año, cuando declaró al Folha de Sao Paulo que el país estaba mejor en tiempos de Stroessner y que los campesinos que reclamaban tierras del Estado hoy en manos de empresarios eran delincuentes que debían ser tratados “como mujer de malandro, que sólo obedece a base de palo”. “Favero es el más grande propietario de tierras en Paraguay, y el dueño de la mayor cantidad de vacunos del país –-explica Incalcaterra–. Tiene dos millones de hectáreas. Es un personaje muy discreto, poco mediático, pero se volvió muy conocido por esas declaraciones tan poco inteligentes.” Luego de analizar contexto y de calibrar a su vecino, Incalcaterra concluyó que su idea inicial, ceder la tierra a los pueblos originarios, era muy inocente, así que encaró gestiones ante el gobierno de Fernando Lugo para convertir a Arcadia en una reserva natural con participación de los ñandeva. La película muestra el encuentro que Incalcaterra mantuvo con Favero para hablar de esas tierras: ahí se anoticia de que otro “propietario” abrió unas picadas (huellas) en medio de las cinco mil hectáreas, y que hay dando vueltas un título gemelo.
“Es un padrino –dice el director en torno de la sensación que le transmitió Favero–. Un padrino en todo sentido. Un hombre de poder que da consejos y te atiende con toda gentileza. Te da lecciones de vida. Te dice ‘Daniele, vos por ahora ganaste la batalla con la reserva, pero eso nunca te va a dar plata’. Y también te dice que todo se compra, todo se vende: ‘Si te interesa hacer un negocio aquí, vení que te explico’.”
“Pasa que también se construyó un discurso armadito, romántico-patético, al contar de la llegada de su familia, tan pobre, tan en pelotas, desde Italia –interviene Fausta Quattrini, y por un momento detiene la lectura de un cuento a Aurelio, dos años, hijo de ambos–. Esto de que se armaron solos, con mucho coraje. Hoy día te argumenta que está preocupado por solucionar el hambre del mundo, que se necesita cada vez más comida, pero a él le importa un carajo los que se mueren detrás de sus alambrados. O que mata él, directamente. Es un tipo con un cuero así de espeso –grafica unos centímetros entre índice y pulgar–. Bien romántico todo, y ahí tiene un anillo enorme de oro, una bombilla de oro. La verdad es que nos abrió la puerta porque teníamos un perfil muy bajo.”
“Además de esto que te contó Fausta, creo que le resultó interesante relacionarse con un vecino italiano –retoma Incalcaterra–. Y además éramos un equipo raro, pequeño, de tres personas, con Fausta embarazada. Ahora no podría volver a filmar en el Chaco: todo el mundo me conoce, sabe qué hice. Sería otra situación.”
ENAMORADO DEL CHACO
“Después de la caída de Lugo, la situación en Paraguay se volvió mucho más pesada, en todo sentido –dice Incalcaterra–. El gobierno actual está permitiendo una deforestación muy violenta en el Chaco, donde ven el futuro económico del país. Van a meter más vacas que nunca, y ya en el sur están empezando a sembrar soja transgénica, una variedad de semilla que están trayendo desde Argentina. Hace una semana se firmó un acuerdo con las petroleras para buscar hidrocarburos en la región, más allá de las protestas que interpusieron los ñandeva ante la OIT, la OEA y la ONU. No hay que olvidarse de que en esta región fue la famosa guerra del Chaco, la primera que se hizo por petróleo, con la Esso financiando a los paraguayos y la Shell a los bolivianos. Si mirás el mapa, te das cuenta de que al lado está la zona petrolífera de Bolivia y ahí nomás, en Argentina, está General Mosconi.”
Es la primera vez que Incalcaterra se pone del otro lado de la cámara. “Es que rápidamente nos dimos cuenta de que jugar el rol de propietario era la llave para abrir puertas y entrar en profundidad en la temática –explica–-. Era raro, un propietario que filma; pero eso fue lo que nos permitió ver a Favero y también presionar al ministro de Medio Ambiente, o a las autoridades paraguayas. Ahora es distinto, me estoy volviendo una persona no grata. Porque lo que estoy proponiendo con Arcadia va en contra de todo lo que está pasando en la región.” E incluso en el núcleo de poder del país: la destitución de Lugo, en junio de este año, tuvo como detonante una masacre en Curuguaty, en la que murieron once campesinos y seis policías. Los campesinos habían ocupado tierras de un senador de la época de Stroessner. Aunque no pudo llevarlo adelante, Lugo había prometido recuperar los ocho millones de hectáreas que el dictador había repartido irregularmente. Eso, algunas resistencias para preservar el medio ambiente y la falta de aparato político, jugaron su suerte. Hasta su estreno aquí, El Impenetrable tuvo una exhibición en Asunción y participó de los festivales de Venecia y de Mar del Plata: “Tengo la impresión de que el público que la vio quedó marcado, porque muchos se acercaban interesados, con interés de participar –dice Incalcaterra–. Pienso que es una película que va a abrir discusiones. Mucha gente habla de deforestación y de cuestiones ambientales a partir de alguna lectura, pero al relacionarse con alguien que lo vivió en primera persona se crea una empatía bastante fuerte”.
Incalcaterra nació en Roma en 1954. Tenía 15 cuando se vino, con su familia, a vivir a Buenos Aires. Se quedó hasta 1981, cuando se cansó del clima opresivo del país, dice. Luego de un viaje largo por Africa, se instaló en París. En 1992 volvió, para filmar Tierra de Avellaneda, un documental que cuenta cómo, a partir del trabajo de Antropología Forense, un joven da con los restos de su familia desaparecida, enterrada como NN. Junto a Fausta Quattrini realizaron trabajos como Fasinpat, Contrasite y Organizaciones Horizontales. “Siempre hice películas que están relacionadas con mi vivencia –dice Incalcaterra–. El documentalista no es objetivo.” Ahora vive una parte del tiempo acá y otra en París. “Yo espero que Arcadia se afirme –dice–. Hay una serie de personajes que se están acercando al proyecto, y la película va a ayudar. Estuve hablando con Solano Benítez, un arquitecto paraguayo buenísimo, que tiene unos cincuenta años y muchas ganas de hacer una base científica ecosostenible, con materiales del lugar. Hay científicos interesados, los ñandeva están involucrados –son los que más conocen del lugar– y hay muchos jóvenes entusiasmados, porque vieron en Arcadia un símbolo de resistencia. Ojalá pueda transformarse en una nueva forma de relación: yo no creo que los pueblos originarios tengan que estar en un sitio y que nosotros tengamos que alejarnos. Tenemos que aprender unos de otros.”
Sostiene Incalcaterra que su gran descubrimiento fue tomar conciencia de la destrucción ambiental. “Una cosa es el discurso ambientalista y otra es ver a la topadora –dice–. Si vos caminás justo después de un desmonte, sentís un olor muy fuerte en la vegetación, ves el nerviosismo de los insectos, la huida de los animales, refugiándose, escapando. Lo que sentís es como el lamento de la naturaleza que está muriéndose. Es una sensación desoladora, que no se puede contar del todo bien. Al mismo tiempo te cautiva esa naturaleza dura, compleja, violenta. Estoy totalmente enamorado del Chaco.”

lunes, 26 de noviembre de 2012

Vínculos interpersonales y valores democráticos de convivencia


Quiero llamar la atención sobre un conjunto de problemas de los vínculos interpersonales, que se sobreimprimen sobre la condición de clase de los individuos involucrados. Es decir que además de sobrellevar una determinada posición, en algún estrato más o menos favorecido dentro de la clase social de pertenencia (propietaria o no de medios de producción), y además de la posición de debilidad de todo individuo frente al poder del estado, se presentan a los individuos y a los grupos sociales, múltiples problemas vinculares entrecruzados, que pueden hacer penosa la vida cotidiana, y que invitan a otras miradas sobre los valores democráticos de convivencia social.
Algunos problemas fundamentales de esta índole han ido incrementando su visibilidad, gracias a la prolongada lucha, en muchos países,  de los movimientos sociales específicos y las organizaciones políticas sensibles a estos asuntos. Es por ejemplo el caso de las reivindicaciones de género, incluyendo la problemática de la mujer y de los gays y lesbianas. La lucha contra la discriminación racial lleva también una larga historia, y en América Latina ha tomado un nuevo vigor a partir de los procesos políticos que han institucionalizado recientemente los derechos de los pueblos originarios,  entre ellos los derechos políticos, jalonando logros concretos en un largo proceso discursivo y político con la consigna de la descolonización integral, que abarca no solamente la autonomía política sino el replanteo de relatos, valores y saberes eurocéntricos.
La Argentina en los últimos años  ha experimentado muchos cambios a favor de los derechos de género, en parte gracias a un rol activo en esa dirección por parte del Gobierno Nacional. Que además ha sostenido posturas coherentes en contra de la discriminación, el racismo y la xenofobia. También se evidencia algún nivel de preocupación, aunque quizá no suficientemente activo, sobre la integración de las personas con discapacidad. En cambio, otros maltratos vinculares permanecen con menor nivel de visibilidad y más dificultades en su abordaje. Es el caso por ejemplo de de la problemática campesina (la discriminación de los habitantes rurales por parte de los urbanos), y de las formas de convivencia al interior de las instituciones. En las escuelas de educación para niños y adolescentes, se verifican desde siempre prácticas muy extendidas de hostigamiento y patoterismo de algunos alumnos hacia otros.
Otro problema de vastas implicancias es el del ejercicio del  poder de castigo policial por parte del estado. Por causas sociales y políticas profundamente arraigadas, el aparato represivo tiende a dirigir sus sospechas y sus acciones preventivas y correccionales  hacia los sectores humildes de la población. En Córdoba (Argentina), se ha venido dando un creciente debate público sobre este problema, ya que en este estado provincial la legislación de faltas contiene figuras específicas que alientan y respaldan  la orientación socialmente discriminatoria del accionar policial.
La diferenciación social se traslada de la valoración de la cuestión criminal y las concepciones sobre seguridad ciudadana, a muchos otros aspectos de la interacción social, desde el acceso o no a determinados ámbitos educativos, el uso de determinados tipos de atuendos y arreglos en el vestir, hasta el acceso a los sitios de esparcimiento, que también se encuentran, en el caso de Córdoba,  fuertemente estratificados.
Esta separación multidimensional de la convivencia por estrato social, además  de su inaceptable efecto denigrante para las personas impedidas de cumplir legítimas expectativas de acceder a determinados ámbitos, provoca indudablemente un empobrecimiento general de la cultura, ya que se limita excesivamente el intercambio de información y experiencias diversos, según las tradiciones, valores e inquietudes de los distintos grupos sociales.

Esta tendencia se ve por cierto reforzada por las reglas del mercado, ya que a las barreras discriminatorias  se suman los precios diferenciados de bienes y servicios, que en ausencia de políticas compensatorias explícitas, también contribuyen a excluir a los grupos humildes, por ejemplo en materia cultural y de esparcimiento.  
Un aspecto también determinante de la estratificación empobrecedora, es la llamada segregación urbana. Las clases medias abandonan los heterogéneos barrios tradicionales de la ciudad, y establecen su residencia en barrios cerrados de los suburbios, en los cuales configuran auténticos ghettos uniformes, donde los diferentes son sospechosos por definición y no pueden circular sin autorización expresa.
Es evidente que esta estrategia residencial también empobrece la diversidad de la vida colectiva y refuerza las demás tendencias segregacionistas. Es decir, la segregación urbana también afecta los valores democráticos de convivencia. 

lunes, 12 de noviembre de 2012

Condenan a 10 años de cárcel al ex ministro brasileño José Dirceu


En estos procesos que involucran a los niveles más altos del poder, siempre me impresiona como el líder sale totalmente indemne, mientras su "mano derecha", es condenada y defenestrada. Debe haber venido pesada la mano, para que agarre a un pescado tan gordo.
Aún así, el líder sale indemne, el barro no lo mancha.


Condenan a 10 años de cárcel al ex ministro brasileño José DirceuEs por su responsabilidad en las corruptelas que en 2005 pusieron en jaque al gobierno de Lula da Silva.
12/11/2012 19:07 | Agencia EFE
  La Corte Suprema de Brasil condenó hoy al exministro de la Presidencia José Dirceu a diez años y diez meses de cárcel, por su responsabilidad en las corruptelas que en 2005 pusieron en jaque al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Esta es la primera pena de prisión aplicada a un político en el llamado "juicio del siglo", referido a una trama de recaudación de recursos públicos urdida por el Partido de los Trabajadores (PT), que además sirvió para sobornar a diez dirigentes de cuatro partidos a cambio de su apoyo al gobierno de Lula en el Congreso.
Dirceu fue condenado a dos años y 11 meses de cárcel por el delito de asociación ilícita y a otros siete años y 11 meses por el cargo de corrupción activa.
Según el juez instructor, Joaquim Barbosa, la actuación de Dirceu en la trama de corrupción "puso en riesgo las bases del propio sistema democrático", debido al soborno de parlamentarios, y además "afectó pilares importantísimos de la institucionalidad".
Al recomendar la pena, Barbosa consideró el "papel prominente" que jugó José Dirceu en "las actividades de los otros 24 reos" considerados culpables en este caso, que tuvo un total de 37 acusados.
También el hecho de que, como ministro de la Presidencia, Dirceu "detentaba una de las funciones más importantes del Gobierno" y era encargado de dirigir las relaciones con el Parlamento, que fue donde se comprobaron los sobornos.
El juez Barbosa sorprendió a los otros magistrados al decidir sentenciar hoy a Dirceu, pues estaba previsto que siguiera por otros acusados y que aún no se abocará a los casos del llamado "núcleo político", que según estableció la corte era dirigido por el exministro.
El revisor Ricardo Lewandowski protestó airadamente la decisión de Barbosa, pero su queja no fue acogida por el colegiado, que optó por seguir la posición del instructor.
Dirceu fue considerado durante décadas como la "mano derecha" de Lula y fue el coordinador general de la campaña que llevó al poder por primera vez al exsindicalista, en las elecciones de 2002.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Ruinas Digitales

Impresionante el portal de documentación de publicaciones políticas de los sententa y otros períodos, al cual se puede acceder en el portal www.ruinasdigitales.com
Muy recomendable para estudiosos y para interesados en general.

Homenaje a Obregón Cano - Parte II


No sé quién era la mujer que presentó el panel. Me dijeron que es una dirigente sindical, no dijo su nombre, o no lo escuché.
El primero que habló fue Lucio Garzón Maceda, histórico abogado de sindicatos, un hombre que siendo muy  anciano, conserva una apostura jovial. Y una elegancia de dandy. Empezó diciendo que no sabía si hablar en serio o hacer algunas bromas, porque el documental lo había angustiado mucho, por lo mal que había terminado aquel período. Eligió contar varias anécdotas importantes, entre ellas una en la que refirió una entrevista con Perón en Madrid, bastante tiempo antes de las elecciones, en la cual el General comentó que se decía de Obregón que era comunista.
Luego el juez Pérez Villalobo, estuvo interesante también. Se dedicó sobre todo a recordar las permanentes actividades conspirativas de sectores de la policía con algunos dirigentes del partido peronista, de los que nombró a varios, entre los que recuerdo a Badrán y a Antún.
Norberto Ciaravino, otro abogado de sindicatos, analizó que en la época de aquel gobierno popular, se prefiguraba que el desenlace de las tensiones existentes (pueblo/oligarquía, peronismo/antiperonismo, izquierda/derecha peronista, etc.) iba a ser violento.  Su síntesis más o menos fue: lo que ocurrió después, era inexorable. Fue el único de los panelistas que intentó trazar algún nexo con la época actual, dijo que algunas de las banderas y algunas de las reivindicaciones populares, desde el 2003 han “reverdecido”, esa fue su expresión. Hubo aplausos fuertes en esta parte.
Horacio González cerró con la intervención más larga y elaborada. Fue muy interesante. Desplegó sus comentarios a partir de referencias a diferentes momentos del documental que se acababa de ver, que en sus palabras mostró “todos los pasos de una tragedia”.
Destacó la amplitud de la convocatoria en los discursos de Obregón y de López, no limitada a los peronistas sino al conjunto del pueblo. Y la valoración de la resolución democrática del conflicto social. "Estos hombres, como Obregón, como el mismo Cámpora, fueron juguetes de la historia, quizá no habían querido exponerse tanto..."
López había ido a Buenos Aires a entrevistarse con Perón, y trajo como mensaje que habría lugar en la CGT para los sectores sindicales no peronistas, este es un episodio que forma parte del documental. Habría sido muy cínico Perón, de mandar ese mensaje con un dirigente que al poco tiempo fue asesinado, ¿con su anuencia?
Dijo muchas cosas, entre las que más quedaron repicando en mis oídos fue: La historia habrá de hacer muchos juicios a Perón, y el pueblo entero formará cada tribunal. En este juicio, del derrocamiento de Obregón por parte del Jefe de Policía Navarro, dijo: seguramente de este juicio Perón no saldrá indemne.
Hizo mención a los cánticos que se oían en los actos que muestra el documental. En algunos se oía corear “La patria peronista”, en otros “La patria socialista”. En este punto adhirió a lo dicho por Ciaravino, en que eran anticipaciones de enfrentamientos trágicos. También aludió a las menciones de Obregón y otros al socialismo nacional: algo ambiguo, que no se sabe qué es. 
Habló de la enorme importancia del navarrazo como inicio del deterioro que desembocaría en la cruenta dictadura. Señaló que fue sorprendente el discurso de Obregón en el sepelio de López: “un discurso como si se estuviera en una época normal”
Vivimos en un país terrible, dijo González.
-.-
Por mi parte, me sorprendió gratamente el tono reflexivo, hasta humilde, de este calificado panel. Lo más habitual es encontrar en los estrados gente que ya lo sabe todo y que se abroquela en sus posiciones, desde las cuales arenga al auditorio proponiéndole la admiración de esto o aquello. No fue este el tono aquí. Creo que más bien la síntesis fue: esto que pasó es muy terrible, tenemos que ser muy inteligentes para analizar la actualidad, aprender de las frustraciones y los errores.
-.-
El cierre estuvo a cargo de un hombre joven, en representación de los organizadores, creo que era Diego Tatián. Además de las lógicas palabras de circunstancias, habló de la necesidad de desarrollar un pensamiento nuevo, que tome nota de las circunstancias del pasado reciente, pero que se sitúe claramente en el escenario actual. 

viernes, 2 de noviembre de 2012

Homenaje al Gobierno de Obregón Cano y Atilio López - Parte I


Los días 30 y 31 de octubre se realizó en Córdoba una conmemoración del Gobierno de Obregón Cano (25/05/1973 al 27/02/1974).
No pude llegar el primer día, pero si estuve a tiempo en la segunda jornada. La concurrencia colmó una de las salas del Pabellón Argentina de la Ciudad Universitaria.
En primer término se proyectó un documental con escenas tomadas en aquella época por las cámaras de Canal 10. Extractos de noticieros que quizá había visto cuando niño.  Fue un material bastante largo, que me hizo emocionar y también angustiarme.
Esa melancolía creo que tiene diversos motivos. Uno de índole privada, que es común al acicatear con imágenes el recuerdo de tiempos irremediablemente idos, en que además estaban al lado de uno seres amados que ahora faltan, la abuela, el padre.  Otro, que ha sido bien explicado por Kundera al instruir en la técnica del relato: empezar por el final dramático y narrar después las ilusiones que había en los protagonistas, provoca impresión de melancolía. Ya sabemos el baño de sangre en que terminó aquello, el deterioro social que todavía arrastramos;  en los cuadros de época de este documental se ve la gran expectativa popular que había, también cierta ingenuidad, incluso en los dirigentes.  Recuerda un poco a ese otro gran documental que se titula “La Batalla de Chile”, sobre el Gobierno de Salvador Allende en aquel país. Finalmente, creo que da melancolía constatar que cuarenta años después continúan tantos de los antiguos sufrimientos, algunos por cierto agravados y otros nuevos.
Algunas comprobaciones sorprendentes (para mí) en el documental.  Los discursos de campaña de Obregón y de López, a pesar de la evidente efervescencia de la época, contienen siempre apelaciones a la convivencia democrática, a la inclusión de todos los sectores. Si bien se habla en algún caso de los jóvenes que dieron su libertad y su vida para lograr el gobierno popular, no hay por parte de estos dirigentes ningún llamado  a la violencia.  Otra muy llamativa: en uno de sus discursos, Obregón repasa logros de Córdoba en lo industrial,  en lo productivo, lo intelectual, y en esa enumeración incluye la por entonces reciente designación de Primatesta como Cardenal.  Que además, quién sabe por qué motivo, es invitado a firmar el acta el día que asumen las autoridades electas el Gobierno Provincial. Hay un tramo del documental dedicado a la visita a Córdoba del Presidente de Cuba Osvaldo Dorticós.  Contrastan los gestos y atuendo acartonados de este personaje con la tremenda agitación de los actos públicos a los que es conducido. En una de las ocasiones, la multitud corea “que se saque el saco”, y presurosos algunos del palco prácticamente se lo arrancan.
De las imágenes de Atilio López me sorprendió que en las reuniones públicas está habitualmente muy pensativo, como reconcentrado.
El documental concluye con escenas del sepelio de Atilio López, brutalmente asesinado por la Triple A, a modo de sombrío epílogo de este momento de movilización y esperanza que fue el Gobierno de Obregón Cano, “último gobierno popular de Córdoba”,  según las palabras de los organizadores del homenaje.
Es muy notorio que esta experiencia ha sufrido hasta ahora un increíble silencio institucional y mediático, más inexplicable todavía si se considera que su protagonista más notorio, el propio Ricardo Obregón Cano, todavía vive y goza de buena salud con noventa y seis años de edad.

(En un próximo post,  comentaré lo tratado por el panel que se conformó a continuación de la proyección del documental, integrado por Lucio Garzón Maceda, el juez Pérez Villalobo, Norberto Ciaravino y Horacio González.  También daré mis propias impresiones sobre la época y sus implicancias para nuestro tiempo)

martes, 30 de octubre de 2012

El Contador Recomienda: el sitio web de Fausto Reinaga

Muy interesante conocer la obra de este militante y pensador boliviano, reflexión profunda sobre la vida política en nuestra región latinoamericana, y sobre el movimiento de pueblos originarios (la revolución india)

http://www.faustoreinaga.org/